domingo, 19 de octubre de 2008

Eunate: Ilusión mística.

La ilusión (dentro de la psiquiatría) es un término que implica percepción deformada, es decir que existe una realidad que se percibe de forma alterada, al contrario de alucinación donde no existe lo que se percibe. Aquí os pongo un pequeño ejemplo.
Hace 3 años decidí hacer un trozo del camino en pleno invierno. Un frio que pela y más peso en la espalda por la ropa de abrigo, pero merece la pena porque vas prácticamente solo. Estaba en la etapa de Zizur menor - Puente la Reina cuando, después de una dura subida llegé a Uterga. Os pongo un trocito del diario que iba escribiendo con las manos heladas:

"Me he comido un bocadillo de lomo con queso y pimientos, con vino, que me ha repuesto. La camarera era una chica joven, Ana. Ha reconocido que se aburre un poco, aunque está cerca de Pamplona, allí hay poca vida. Me ha recomendado desviarme del camino unos Km para visitar una Iglesia en Eunate. Por lo visto es templaria y tiene una confluencia de energías místicas de gran poder que te pueden ayudar o perjudicar. Aunque mi lema es no retroceder jamás un metro, reconozco que me ha intrigado. Me ha retrasado 2 horas. Magnífica construcción en una llanura impresionante, no se ve un alma en muchos kilómetros. A la entrada veo una plegaria:

Moises, Moises! No te acerques aquí,
quita las sandalias de tus pies
porque el lugar en que estás
es tierra sagrada. Yo soy el Dios
de tus padres. Moises se cubrió el
rostro porque temía ver a Dios

Antes de entrar se recomienda un ritual, dejarte impresionar, hacer peticiones, descalzarte, y una vez en el centro debajo del ábside (donde confluyen los rayos de luz) hacer la plegaria de Moises para que esas paredes te permitan conocer sus secretos.
Ni un alma, decido entrar con las botas. La puerta abierta de par en par. Nada más cruzar el umbral y poner un pie sobre las baldosas han sonado tres campanadas. No entiendo como saben que no me he descalzado. Decido quitarme las botas, que es doloroso tal y como llevo lo pies. Tardo 15 minutos hasta darme cuenta que nadie me había visto, era un sistema automático dando los cuartos"

El otro día, hablando con mi amigo Roberto, coincidiamos en que hay "algo místico" que se percibe a veces, aunque ninguno somos precisamente creyentes. Quizás sean ilusiones.


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