sábado, 25 de octubre de 2008

Bichos

Viendo una peli he recordado los veranos que pase de niño en una casa de campo que mi padre compro semiderruida y reconstruyó como pudo. No tenía WC (tenias que ir detrás de un árbol), ni luz eléctrica, pero sí muchos almendros. Así que el pasatiempo del verano era coger almendra. La rutina era sencilla, a las 8 arriba y despues de la leche, al bancal. Mucho calor, pero de manga larga y sombrero para el piojo de la almendra. Asqueroso piojo verde que se te metía por todas partes. Había cientos de bichos, aquello parecia un documental, arañas, piojos, hormigas rojas, vacas de esas que echaban líquido pestoso al tocarlas, gusanos, mantis, insectos palo y otros con forma de hoja. Los más asquerosos eran los de color verde, eran repulsivos, y como no los veias hasta que era tarde, eran los más peligrosos. Pasaba 10 minutos cogiendo almendra y 50 vigilando receloso. Despues de la jornada tocaba recoger, extender la almendra sobre sacos de arpillera para su secado y, por fin, bañarse en una balsa de riego, te librabas del piojo verde y disfrutabas.
Tras la cena, a tumbarse en unas hamacas de madera plegables y a ver el cielo estrellado, sin luz eléctrica en kilómetros a la redonda era una vista espectacular. Irse a la cama era otra pesadilla, mi hermana mayor en una habitación con mi hermano pequeño y yo sólo a otra, la de los bichos. Dentro de la casa habia otro ecosistema distinto, salamandras, unos mosquitos gigantes que debían llevar reactor por los vuelos rasantes que hacían, y las temibles "patuas", unas arañas de cuerpo pequeño con patas finas y muy muy largas, que estaban por todas partes. Todos esos bichos no duermen por la noche, tengo pruebas de ello. Por mucho que me concentrase no podía identificar a que bicho correspondía cada uno de los ruidos de la orquesta que escuchaba cada noche aterrado hasta que bajaba la guardia y me dormía.

Hace unos años, mi madre se empeñó en regalar la casa por dos duros a unos ingleses con los mofletes rojos por la alegría del negocio redondo, por eso y por el whisky.

Ahora hay alli un campo de golf y un aeropuerto...

1 comentario:

María dijo...

¡Gracias por la sugerencia de la sinestesia!...Aunque quiero hablar contigo de eso a ver si pudieras darme alguna idea (ya que sabes mucho de fotografía)
Por cierto, hay un festival de jazz en Cartagena con muy buena pinta: te recomiendo el de Chucho y Bebo Valdés (el día 19) y el de Mike Stern (el día 8 de nov)

¡Un besete!